miércoles, diciembre 09, 2009

Los Jornaleros “somos descendientes de los Flores Magón”; Hugo Gutiérrez Vega


El propósito del siguiente trabajo trata de acercarse a una comparación entre el diario Regeneración que encabezó el periodista, escritor y doctrinario anarquista Ricardo Flores Magón fundado hace más de cien años y que desapareció poco después del triunfo de la Revolución Mexicana; con el trabajo editorial que realiza hoy en día el periódico La Jornada, quien precisamente el pasado 17 de septiembre cumplió 25 años de labor periodística; ambos rotativos de izquierda forman parte de una lucha por la libertad de expresión en una naciente democracia que se ha extendido en casi un siglo de vida.


Somos los descendientes de los Flores Magón”, asegura Hugo Gutiérrez Vega, el ensayista, poeta y miembro del consejo editorial del diario La Jornada, aclarando que parte de ese legado magonista ha sido “darle voz a las corrientes disidentes, que fue lo que hicieron los Flores Magón en su tiempo, sobre todo Ricardo”.

El oaxaqueño Ricardo Flores Magón (1873-1922), es considerado por muchos historiadores, escritores y políticos como uno de los más importantes precursores ideológicos de la Revolución Mexicana, quien fuera continuador de la lucha de Independencia y la Reforma, lanzó en 1906 un programa político y social que unificó a buena parte de personas que se oponían al régimen de Porfirio Díaz. En esa lucha destacaban sus hermanos, Jesús y Enrique, así como a otros liberales y pensadores de ese tiempo, como es el caso de Juan Sarabia, Librado Rivera, Anselmo Figueroa, Gutiérrez Lara, por mencionar algunos. Lucha que tenía como objetivo el fin de la propiedad privada, socialización de las riquezas del país y la instalación en de un sistema de gobierno al que el propio Ricardo definía como “Comunismo anarquista”.

Todos ellos canalizaron parte de esa buena prédica a través del periódico Regeneración, cuya primera edición vio la luz el 7 de agosto de 1900 en la Ciudad de México, con la dirección precisamente de Ricardo Flores Magón y Antonio Horcasitas, ambos de profesión abogados. Rotativo que de inmediato definió su ideología en sus primera editorial al definirse como luchadores incansables de la libertad de expresión.

Cuando la justicia se corrompe, cuando alguna vez las causas se deciden más por consideraciones extrañas á la ley que por la ley misma, ¿que corresponderá hacer á los que ejercen la noble profesión del postulante (abogado) ó a los que velan por intereses que no tienen más garantía para su vida y desarrollo, que una honrada administración de justicia? ¿No deberíamos todos, llegado el caso, constituir en el acto un grupo firme como una muralla para resistir injustos ataques, ó vigoroso como una falange griega, para atacar injustas resistencias?”, así aparecía el segundo párrafo de la editorial del diario Regeneración del 7 de agosto de 1900,- que hoy en día se puede encontrar en el sitio web archivomagon.net- agregando que “Nosotros no tenemos la pretensión de constituir una falange; pero nuestro vigor juvenil y nuestro patriotismo, nos inducen a buscar un remedio, y al efecto, señalar, denunciar todos aquellos actos de los funcionarios judiciales que no se acomoden á los preceptos de la ley escrita, para que la vergüenza pública haga con ellos la justicia que se merecen”.

El Proyecto Regeneración, que encabezó esencialmente Ricardo Flores Magón, curiosamente comenzó cuando se consolido el Partido Liberal Nacional (PLN) el cual el mismo periodista fundó y encabezó. Ello provocó de inmediato que la administración de Porfirio Díaz pusiera los ojos y los “dardos” en la figura del anarquista.

Tras esto, Regeneración tuvo sus altas y bajas, el periódico duro aproximadamente 18 años, se dividió prácticamente en cuatro épocas, esto debido a persecución que tuvieron por parte del régimen de Díaz Morí, obligándolos en tres ocasiones a cancelar su publicación, lo que también se convirtió en un periodismo nómada.

Una de sus características del porfiriato fueron su fragante violación de respeto a la libertad de expresión, de igualdad y justicia sobre sus gobernados, lo que años después al término de aquel movimiento social, dentro de la nueva Constitución Mexicana de 1917, se instruyó como las garantías individuales. Aunque concluyó la lucha armada, de la cual formó parte el periodista, ello no ocasionó el abandonar sus principales objetivos de Ricardo y el resto de los miembros del Partido Liberal, ya que desde las páginas de Regeneración en su cuarta época, afirmó, “Yo no peleo por puestos públicos, he recibido insinuaciones de muchos maderistas de buena fe, pues que los hay y bastantes, para que se acepte un cargo en el llamado gobierno “provisional”, y el cargo que se me dice es el vicepresidente de la República. Ante todo debo decir que me repugnan los gobiernos. Estoy firmemente convencido de que no hay, ni podrá haber, un gobierno bueno. Todos son malos, llámense monarquías absolutas o repúblicas constitucionales. El gobierno es tiranía, porque cuarta la libre iniciativa de los individuos y solo sirven para sostener un estado social impropio para el desarrollo integral del ser humano. Los gobiernos son los guardianes de los intereses de las clases ricas y educadas, y los verdugos de los santos derechos del proletariado. No quiero, pues, ser un tirano. Soy un revolucionario y lo seré hasta que exhalé el último aliento, quiero estar siempre al lado de mis hermanos los pobres y luchar por ello, y no al lado de los ricos ni de los políticos, que son opresores de los pobres”.

Flores Magón al rechazar esos ofrecimientos siguió con su lucha, enfrentando todos los riesgos, viviendo en la miseria, enfermo y constantemente perseguido por ese “gobierno” y el Norteamericano, al final murió el 20 de noviembre de 1922, en una celda en la cárcel de Leavenworht, Kansas.

En este momento La Jornada y Proceso, son las únicas dos publicaciones hechas por periodistas, ya sabe usted que la prensa está en manos de los grandes empresarios. Nosotros tenemos otro signo, somos una publicación de izquierda, pero abierta a todos las corrientes del pensamiento y nuestros maestros en mucho de los aspectos son los Flores Magón, sobre todo Ricardo”, asegura Hugo Gutiérrez Vega, ensayista, poeta, escritor y miembro fundador de La Jornada y actual director del suplemento cultural “La Jornada Semanal”, en entrevista exclusiva con este reportero al término de la Cátedra Periodismo Cultural y las letras, que lleva su nombre y la cual se impartió por primera vez en la Casa del Arte, del Centro Universitario del Sur, el pasado sábado 21 de noviembre.

La Jornada, cuya fundación fue encabezada en septiembre de 1984 por Carlos Payan Velver y actualmente lo dirige Carmen Lira Sade, este rotativo se caracteriza por su tendencia progresista, así como por ser uno de los medios informativos que mayor voz e información le dan a movimientos, partidos y organizaciones sociales en cuya base ideológica es de izquierda y anticapitalista. Así como ser el más crítico con las actuales decisiones y forma en que el actual gobierno federal conduce el país, caso específico hoy en día lo que sucede con el Partido Acción Nacional en lo que para muchos es el retroceso a un estado facista, autoritario, militar y carente de legitimidad.

El primer número de La Jornada sale de la imprenta el 19 de septiembre de 1984. Este diario, afirma su editorial de aquella fecha, “surge cuando la sociedad mexicana sufre todavía una de las peores crisis de su historia”. Entre los mayores estragos que ésta ha causado, agrega la reflexión, se encuentran “el desaliento y el cinismo, o la aceptación fatalista de que mientras dure la crisis no vale intentar la corrección de las injusticias y las insuficiencias”. Palabras que hoy, un cuarto de siglo más tarde, conservan plenamente su actualidad.

Agrega el entrevistado que, “La Jornada le da la voz a los Zapatistas, le da la voz a Andrés Manuel López Obrador y a los movimientos de disidencia, dan de alguna manera testimonio de la situación política actual del país, lo que hicieron los Flores Magón en su tiempo”.

En su primera editorial este diario, señalaba que parte de su supervivencia se encuentra en la fidelidad de su equipo editorial y de los principios fundacionales. Una de las claves más importantes de esta supervivencia, que sorprende incluso a quienes participan en la elaboración de el diario, se encuentra en la fidelidad de su equipo editorial y de sus propios fundacionales del periódico, otra es la credibilidad que se ha ganado La Jornada en amplios sectores de la sociedad, una tercera explicación es que este rotativo sigue siendo necesario para la persistencia y empeoramiento de rezagos políticos, económicos y sociales que ya estaban presentes en el México de los años 80 del siglo pasado, y que aun cuarto de siglo de distancia, hacen pensar que las cosas no han cambiado tanto como lo asumen en automático el grupo en el poder y sus productores de discurso.

-¿Cree usted qué ese Magonismo pueda resurgir en otras publicaciones periodísticas similares en México?, se le preguntó al entrevistado, quien afirmó que “sí puede ser posible” ya que; “Estamos viviendo uno de los mementos más difíciles de la historia del país y que lo que nos puede sacar adelante es un movimiento social que cambie radicalmente el modelo de nación. Lo acaba de decir el rector de la UNAM (José Narro), que no es precisamente una anarquista, sino que es un hombre de centro, que dice que es necesario refundar la república. Y recordará usted que los Flores Magón hablaban también de la refundación de la República”.

Muchas son las características que hacen de esos periódicos, y en especial de “Regeneración,” unas de las publicaciones más relevantes y controvertidas dentro de la prensa mexicana, y no sólo de comienzos del siglo XX.

Vale la pena destacar, entre esas características, su trayectoria política: la que va del oposicionísmo jurídico-político al régimen dictatorial de Porfirio Díaz en México a su inserción en la red libertaria internacional en el momento del auge revolucionario mundial de las segunda década del siglo XX. Por su parte La Jornada, sigue persistente, en primer lugar, porque sigue siendo necesaria su crítica incómoda y cuestionadora de consensos generados de manera artificial desde el poder político y económico, su existencia sigue siendo un contrapeso casi único a la uniformación de la información, al exceso de poder sin testigos, a la restaurada red de complicidades y encubrimientos que sigue por desgracia y se asemeja cada vez más al régimen porfirista, solo que en esta ocasión es entre las grandes empresas transnacionales con gobiernos que carecen cada vez más de legitimidad.

Para el maestro Hugo Gutiérrez Vega, a un año de cumplirse el centenario de la Revolución Mexicana la manera de rendirles homenaje a los Flores Magón y ese verdadero periodismo libre de censura y progresista es “leyéndolos y conocer la firmeza con que defendieron sus ideales y su forman en que trataron de cambiar la fisonomía del país. Esa es la mejor manera de recordarlos”.


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