Biografía de Ricardo Flores Magón
Ricardo Flores Magón, (1873-1922), periodista, escritor, doctrinario anarquistay fundador del Partido Liberal, fue uno de los más importantes precursores ideológicos de la Revolución Mexicana.
Continuador de la tradición revolucionaria de la Independencia y la Reforma, lanzó en 1906 un programa político y social que unificó a buena parte de quienes se oponían al régimen de Porfirio Díaz.
Junto a sus hermanos Jesús y Enrique, a Práxedes Guerrero, Juan Sarabia, Librado Rivera, Manuel Sarabia, Anselo L. Figueroa, Gutiérrez de Lara y otros militantes populares, libró una sostenida e indeclinable lucha contra la dictadura porfirista y el imperialismo, llevando a cabo una vehemente prédica revolucionaria a favor de la abolición de la propiedad privada, la socialización de las riquezas del país y la instauración en México de un régimen que definía como “comunismo anarquista”.
Flores Magón y sus compañeros canalizaron buena parte de esa prédica a través de Regeneración, un periódico de combate y doctrina que apareció por primera vez el 7 de agosto de 1900 en la ciudad de México, con la dirección de los hermanos Flores Magón y Antonio Horcaditas.
La aparición de Regeneración, que coincidió con al fundación del Partido Liberal, constituyó un importante avance cualitativo en la lucha contra Díaz. Desde las páginas del periódico se marcaron a fuego los excesos, los vicios y los desmanes del porfiriato. Se desnudó el carácter clasista de la dictadura y se atacó ferozmente a los terratenientes y empresarios que sostenían a Díaz.
Paralelamente se convocó a los campesinos y trabajadores a una lucha revolucionaria total, cuyo objetivo era la construcción de una sociedad igualitaria, basada en la propiedad común de la tierra y de todos los medios de producción.
La constitución del Partido Liberal, que dio a Regeneración una base social organizada, otorgó a las ideas magonistas una influencia decisiva a todos los niveles. Lector de Réclus, de Bakunin, de Malatesta y Kropotkin, Flores Magón delineó en las páginas del periódico las bases fundamentales que a su criterio debían sustentar a la sociedad mexicana una vez que Díaz fuese derrocado. Para él, la lucha revolucionaria debía de tender a la instauración de un régimen en el cual el poder político estuviese en manos de las clases populares y asegurarse a todos los habitantes de México la libertad económica.
Esa libertad económica se basaba, para Flores Magón, en la abolición de la propiedad privada de la tierra. La expropiación de las grandes haciendas –decía- debía realizarse en pleno proceso revolucionario, sin esperar que lo hiciera el nuevo gobierno que se instalaría una vez derrocada la dictadura:
¿Qué necesidad hay de aplazar la expropiación de la tierra para cuando se establezca un nuevo gobierno? En la presente insurrección, cuando el movimiento esté en toda su fuerza y el Partido Liberal haya logrado la preponderancia necesaria, esto es, cuando la fuerza del partido pueda garantizar el éxito de la expropiación, es cuando debe hacerse ejecutiva la toma de posesión de la tierra para el pueblo, y entonces ya no podrían ser burladas las aspiraciones de los desheredados.
Critico encarnizado de Madero, a quien acusaba de estar contra Díaz por no haber recibido de la dictadura las mismas ventajas y canonjías que otros empresarios, Flores Magón definió a través de las páginas de Regeneración una posición ideológica radicalmente distinta y esencialmente contrapuesta a las formulaciones programáticas del maderismo:
El interés de la clase rica (a la cual pertence Madero) es que la humanidad continué dividida en dos clases; el interés de la clase pobre es que termine esa división de clases y no quede más que una: la de los trabajadores, y esto solamente se conseguirá cuando los pobres tomen posesión, por medio de la fuerza, de la tierra y de la maquinaria que tienen en su poder los ricos.
Del mismo modo, Regeneración se definió categóricamente contra las elecciones y los políticos profesionales y a favor de la guerra social, que para Flores Magón iba mucho más allá de la lucha contra Díaz.
El capitalismo ríe cuando el trabajador emplea la boleta electoral para conquistar su libertad económica; pero tiembla cuando el trabajador hace pedazos, indignado, las boletas, que sólo sirven para nombrar parásitos, y empuña el rifle para arrancar resueltamente de las manos del rico el bienestar y la libertad.
Planteos de este tipo no podían formularse impunemente en el México de Díaz, y el magonismo, sufrió las consecuencias de llevar adelante esa prédica. Flores Magón y muchos de sus compañeros fueron amenazados de muerte y encarcelados en reiteradas oportunidades; las oficinas y la imprenta de Regeneración, saboteada y finalmente confiscada.
La persecución de la dictadura contra el magonismo culminó con la clausura de Regeneración el 7 de octubre de 1901, y la de varios periódicos editados posteriormente por Flores Magón y el Partido Liberal: El Demófilo, El Hijo del Ahuizote, El Padre del Ahuizote, El Nieto del Ahuizote y muchos más.
Regeneración reapareció en noviembre de 1904, en San Antonio, Texas, donde se refugió Ricardo para huir de la persecución porfirista. El largo brazo de la dictadura, no obstante, llegó también a Estados Unidos y Flores Magón y sus compañeros fueron perseguidos y encarcelados varias veces. Regeneración no encontró condiciones favorables para su publicación en casi ningún lugar de Estados Unidos, porque los impresores que accedían a editarlo eran perseguidos, amenzados y aterrorizados. Así el periódico apareció sucesivamente en San Antonio, en Los Ángeles y otra vez en San Antonio, donde se podía. En enero de 1908 dejó de editarse y volvió a circular en abril, pero en mayo su imprenta fue destruida y Regeneración desapareció hasta 1910.
En el ínterin, Flores Magón fue enviado a la cárcel varias veces y clausurada Punto Rojo, una revista que apareció en 1909 en Texas como sucesora de Regeneración. El 3 de septiembre de 1910 Regeneración se editó nuevamente en Los Ángeles, con artículos en español e inglés, pero en junio de 1911 Flores Magón fue arrastrado otra vez por la política de Estados Unidos y el periódico fue suspendido. Reapareció cuando Flores Magón, salió de la cárcel, pero en 1912 un nuevo encarcelamiento de su director hizo que el periódico se publicara irregularmente, editado por Blas Lara, hasta enero de 1914 cuando Ricardo recobró la libertad. En febrero de 1916 Flores Magón fue detenido nuevamente lo que se repitió en octubre de 1917 y en marzo de 1918. Finalmente en 1918 Flores Magón, fue condenado a 20 años de prisión y Regeneración desapareció para siempre.
Durante todo ese proceso Flores Magón recibió tentadoras ofertas del maderismo y de los gobiernos mexicanos. Se le propuso la vicepresidencia de la República, dinero, tranquilidad, honores y un retorno pacífico a México, a cambio de abandonar sus principios y su lucha. Flores Magón rechazó ese ofrecimiento y siguió su batalla enfrentando todos los riesgos, viviendo en la miseria, enfermo y constantemente perseguido. El 20 de noviembre de 1922, Flores Magón murió en una cárcel de Leavenworht, Kansas.
Hay historiadores que sostienen que fue asesinado en una presión de Kansas. No obstante hasta hoy no se ha podido probarse. Quizá, como sostienen otros biógrafos, simplemente lo dejaron morir en su celda, enfermo y sin asistencia médica adecuada.
Un documento oficial parece respaldar esta segunda hipótesis. Fue escrito en 1921, por el Procurador de Justicia, en respuesta a una carta en la que se pedía la libertad de los Flores Magón. Allí se dice:
Ciertamente Magón esta enfermo; pero todavía puede vivir unos años más y, por tanto, pagar a la justicia siquiera esos cuantos años.
Lo que Flores Magón debería de pagar a la justicia era el precio de una lucha revolucionaria indeclinable y radical, con el cual se puede discrepar pero cuyo valor histórico es imposible desconocer.
Continuador de la tradición revolucionaria de la Independencia y la Reforma, lanzó en 1906 un programa político y social que unificó a buena parte de quienes se oponían al régimen de Porfirio Díaz.
Junto a sus hermanos Jesús y Enrique, a Práxedes Guerrero, Juan Sarabia, Librado Rivera, Manuel Sarabia, Anselo L. Figueroa, Gutiérrez de Lara y otros militantes populares, libró una sostenida e indeclinable lucha contra la dictadura porfirista y el imperialismo, llevando a cabo una vehemente prédica revolucionaria a favor de la abolición de la propiedad privada, la socialización de las riquezas del país y la instauración en México de un régimen que definía como “comunismo anarquista”.
Flores Magón y sus compañeros canalizaron buena parte de esa prédica a través de Regeneración, un periódico de combate y doctrina que apareció por primera vez el 7 de agosto de 1900 en la ciudad de México, con la dirección de los hermanos Flores Magón y Antonio Horcaditas.
La aparición de Regeneración, que coincidió con al fundación del Partido Liberal, constituyó un importante avance cualitativo en la lucha contra Díaz. Desde las páginas del periódico se marcaron a fuego los excesos, los vicios y los desmanes del porfiriato. Se desnudó el carácter clasista de la dictadura y se atacó ferozmente a los terratenientes y empresarios que sostenían a Díaz.
Paralelamente se convocó a los campesinos y trabajadores a una lucha revolucionaria total, cuyo objetivo era la construcción de una sociedad igualitaria, basada en la propiedad común de la tierra y de todos los medios de producción.
La constitución del Partido Liberal, que dio a Regeneración una base social organizada, otorgó a las ideas magonistas una influencia decisiva a todos los niveles. Lector de Réclus, de Bakunin, de Malatesta y Kropotkin, Flores Magón delineó en las páginas del periódico las bases fundamentales que a su criterio debían sustentar a la sociedad mexicana una vez que Díaz fuese derrocado. Para él, la lucha revolucionaria debía de tender a la instauración de un régimen en el cual el poder político estuviese en manos de las clases populares y asegurarse a todos los habitantes de México la libertad económica.
Esa libertad económica se basaba, para Flores Magón, en la abolición de la propiedad privada de la tierra. La expropiación de las grandes haciendas –decía- debía realizarse en pleno proceso revolucionario, sin esperar que lo hiciera el nuevo gobierno que se instalaría una vez derrocada la dictadura:
¿Qué necesidad hay de aplazar la expropiación de la tierra para cuando se establezca un nuevo gobierno? En la presente insurrección, cuando el movimiento esté en toda su fuerza y el Partido Liberal haya logrado la preponderancia necesaria, esto es, cuando la fuerza del partido pueda garantizar el éxito de la expropiación, es cuando debe hacerse ejecutiva la toma de posesión de la tierra para el pueblo, y entonces ya no podrían ser burladas las aspiraciones de los desheredados.
Critico encarnizado de Madero, a quien acusaba de estar contra Díaz por no haber recibido de la dictadura las mismas ventajas y canonjías que otros empresarios, Flores Magón definió a través de las páginas de Regeneración una posición ideológica radicalmente distinta y esencialmente contrapuesta a las formulaciones programáticas del maderismo:
El interés de la clase rica (a la cual pertence Madero) es que la humanidad continué dividida en dos clases; el interés de la clase pobre es que termine esa división de clases y no quede más que una: la de los trabajadores, y esto solamente se conseguirá cuando los pobres tomen posesión, por medio de la fuerza, de la tierra y de la maquinaria que tienen en su poder los ricos.
Del mismo modo, Regeneración se definió categóricamente contra las elecciones y los políticos profesionales y a favor de la guerra social, que para Flores Magón iba mucho más allá de la lucha contra Díaz.
El capitalismo ríe cuando el trabajador emplea la boleta electoral para conquistar su libertad económica; pero tiembla cuando el trabajador hace pedazos, indignado, las boletas, que sólo sirven para nombrar parásitos, y empuña el rifle para arrancar resueltamente de las manos del rico el bienestar y la libertad.
Planteos de este tipo no podían formularse impunemente en el México de Díaz, y el magonismo, sufrió las consecuencias de llevar adelante esa prédica. Flores Magón y muchos de sus compañeros fueron amenazados de muerte y encarcelados en reiteradas oportunidades; las oficinas y la imprenta de Regeneración, saboteada y finalmente confiscada.
La persecución de la dictadura contra el magonismo culminó con la clausura de Regeneración el 7 de octubre de 1901, y la de varios periódicos editados posteriormente por Flores Magón y el Partido Liberal: El Demófilo, El Hijo del Ahuizote, El Padre del Ahuizote, El Nieto del Ahuizote y muchos más.
Regeneración reapareció en noviembre de 1904, en San Antonio, Texas, donde se refugió Ricardo para huir de la persecución porfirista. El largo brazo de la dictadura, no obstante, llegó también a Estados Unidos y Flores Magón y sus compañeros fueron perseguidos y encarcelados varias veces. Regeneración no encontró condiciones favorables para su publicación en casi ningún lugar de Estados Unidos, porque los impresores que accedían a editarlo eran perseguidos, amenzados y aterrorizados. Así el periódico apareció sucesivamente en San Antonio, en Los Ángeles y otra vez en San Antonio, donde se podía. En enero de 1908 dejó de editarse y volvió a circular en abril, pero en mayo su imprenta fue destruida y Regeneración desapareció hasta 1910.
En el ínterin, Flores Magón fue enviado a la cárcel varias veces y clausurada Punto Rojo, una revista que apareció en 1909 en Texas como sucesora de Regeneración. El 3 de septiembre de 1910 Regeneración se editó nuevamente en Los Ángeles, con artículos en español e inglés, pero en junio de 1911 Flores Magón fue arrastrado otra vez por la política de Estados Unidos y el periódico fue suspendido. Reapareció cuando Flores Magón, salió de la cárcel, pero en 1912 un nuevo encarcelamiento de su director hizo que el periódico se publicara irregularmente, editado por Blas Lara, hasta enero de 1914 cuando Ricardo recobró la libertad. En febrero de 1916 Flores Magón fue detenido nuevamente lo que se repitió en octubre de 1917 y en marzo de 1918. Finalmente en 1918 Flores Magón, fue condenado a 20 años de prisión y Regeneración desapareció para siempre.
Durante todo ese proceso Flores Magón recibió tentadoras ofertas del maderismo y de los gobiernos mexicanos. Se le propuso la vicepresidencia de la República, dinero, tranquilidad, honores y un retorno pacífico a México, a cambio de abandonar sus principios y su lucha. Flores Magón rechazó ese ofrecimiento y siguió su batalla enfrentando todos los riesgos, viviendo en la miseria, enfermo y constantemente perseguido. El 20 de noviembre de 1922, Flores Magón murió en una cárcel de Leavenworht, Kansas.
Hay historiadores que sostienen que fue asesinado en una presión de Kansas. No obstante hasta hoy no se ha podido probarse. Quizá, como sostienen otros biógrafos, simplemente lo dejaron morir en su celda, enfermo y sin asistencia médica adecuada.
Un documento oficial parece respaldar esta segunda hipótesis. Fue escrito en 1921, por el Procurador de Justicia, en respuesta a una carta en la que se pedía la libertad de los Flores Magón. Allí se dice:
Ciertamente Magón esta enfermo; pero todavía puede vivir unos años más y, por tanto, pagar a la justicia siquiera esos cuantos años.
Lo que Flores Magón debería de pagar a la justicia era el precio de una lucha revolucionaria indeclinable y radical, con el cual se puede discrepar pero cuyo valor histórico es imposible desconocer.
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